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El centro eres tú
Es verdad que Internet ha propiciado un cambio en los centros de poder y que el ciudadano goza de una capacidad de expresión antes inusitada (micropoder)
Es también cierto que Internet no es ajena a cualquier otra realidad humana; hay mucho bueno, hay mucho malo y, entre medias, toda la escala de valor/utilidad que quieras introducir. En el espectro de búsqueda-selección-decisión-consumo-transformación-uso, te encuentras tú (yo), el ciudadano.
Del micropoder a la pseudo-influencia
A mi me parece que, en cualquier ámbito, la intencionalidad (y aquí el uso también) marcan la diferencia, aunque hemos de reconocer que la técnica del esfumato representa mejor esa frontera, de tal modo que insinúa los límites más que delimitarlos.
En casos como este, inicialmente la intencionalidad depende del emisor, pero la capacidad para seleccionar y filtrar la información –también en este caso- es cuestión directamente dependiente del receptor. Es decir, que tú o yo, el público o la audiencia, tenemos la última palabra; aunque ésta en ocasiones (muchas o pocas, dependerá) venga mediatizada por los generadores de opinión, que no es el caso ante un hoax.
Luego aquel micropoder, como cualquier otro, es relativo.
Comunica que algo queda
Según la AI (encuesta 2008), un 67% de los internautas reconoce(mos) que no sabe(mos) distinguir entre el bulo y una noticia (se entiende que en el ámbito de Internet).
En ese talante bien intencionado, confiado, tal vez cándido en alguna ocasión, basan los emisores de bulos su influencia.
Cuando te han pillado por sorpresa y no ha sido posible anticiparse a la propagación, no queda más acción que limpiar la herida, dejar que cicatrice, aplicar curas periódicas y dejar que la costra caiga, esperando que no deje marca.
Con todo, el tiempo termina poniendo las cosas en su sitio. Incluso la huella del suceso, si es que queda, aporta la ventaja del recordatorio.
Curar la herida es una conducta reactiva; anticiparse significa disponer de unos sistemas de inteligencia competitiva en la empresa que funcionan.
Vigilancia e inteligencia competitivas
Reaccionar ya es una demostración de ser capaces de hacer algo -¡y hay que hacerlo; no puedes quedarte impasible!- cuando ya ha ocurrido, pero es un indicador que pone en evidencia que o no se dispone de un sistema de inteligencia competitiva o que éste no funciona. Es una buena ocasión para plantearse cómo mejorarlo o implementarlo a futuro.
¿Cuántas de nuestras empresas tienen un modelo de vigilancia competitiva implantado?
Mi cuota de responsabilidad es lo que importa
(Se ha dicho muchas veces) Ante el incremento de las famosas y devastadoras cadenas, mensajes increíbles y toda suerte de correos basura, antes de conferirles credibilidad es recomendable informarse para asegurar y filtrar algunas informaciones de dudosa procedencia o de dudoso contenido, en cuyo proceso lesivo podemos vernos envueltos.
¿Dónde está el quid de la cuestión? ¿Es más responsable quien lanza un hoax o quienes lo redistribuyen sin más creando un efecto multiplicador?
Creo que coincidimos al decir que el mejor antídoto contra la mensajería basura es depositarla directamente en un ‘punto limpio’ para fulminarla.
Me parece que pensamos lo mismo si convenimos que, antes de reenviarles ruido a nuestros contactos, quizá generando además inquietud en alguien, adoptamos un compromiso responsable asegurando la información, determinando la fiabilidad de la fuente, contrastando y seleccionando mensajes.
© jvillalba
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[AI: Asociación de internautas]
[Shellsec]
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No cabe duda de que el avance tecnológico ha provocado un extraordinario impulso a la función de vigilancia competitiva, pues, de una u otra forma, entiendo que siempre han existido observadores y todos hemos oído hablar del llamado espionaje industrial, que tantas veces ha sido llevado al cine.
La oferta actual en materia de herramientas para la observancia o vigilancia competitiva ha de ser numerosa, entre otras razones por el poderoso atractivo económico que tales investigaciones y desarrollos pueden atraer, pues los procesos de vigilancia permiten anticiparse, encontrar respuestas y localizar la información relacionada con un tema previamente definido, reducir riesgos y aumentar nuestra capacidad de innovación; tras ello, será necesario recuperar datos, analizarlos, valorarlos, priorizarlos, categorizarlos y hacerlos accesibles.
© jvillalba
La Red impactará de manera decisiva en la función de vigilancia competitiva. Basta con echar un vistazo al fuerte desarrollo tecnológico y comprobar cómo el principio de integración, que vincula e incorpora sistemas, articula y hace convivir tecnologías antes separadas, incluso en la vida diaria (domótica) para comprender que las TIC se han introducido plenamente en los sistemas de vida, cuando menos de la llamada sociedad evolucionada, por contraposición a la sociedad innovadora.
Hoy en día, para cualquier empresa ‘normal’ son corrientes los sistemas de gestión basados en bases de datos y datawarehouses internos, data mining (minería de datos), expert systems (sistemas expertos), agent software (software agentes), decision support (soporte para decisiones), information retrieval (recuperación de información), intelligents agents (agentes inteligentes), knowledge managment (gestión del conocimiento), neural networks (redes neuronales) y web agents (agentes Web)
© jvillalba
Auditoria de la Información y Vigilancia Competitiva se complementan perfectamente; en general, esta disciplina, el conocimiento, aún desagregada, en tierra de nadie y de todos, quizá está llegando a formalizarse, a crear un cuerpo doctrinal conexo, interdependiente, complementario.
Sin AI resultaría difícil cuantificar la información a suministrar, centrarse, determinar la naturaleza del objeto de estudio (análisis), concentrar esfuerzos.
Si bien la información resulta esencial, más aún en procesos de cambio; situaciones en las que la VC desempeña un papel aún más relevante.
© jvillalba
La búsqueda de información va a depender, más que otra cosa, de la pericia del que busque, pues, además de la formulación de la misma, será preciso priorizar necesidades, analizar información disponible, gaps existentes, identificar y validar la fiabilidad de las fuentes, así como las herramientas a utilizar, ser flexibles y, cuando sea necesario, contar con expertos.
Una parte de la búsqueda de información no puede externalizarse, me refiero a la que concierne a la memoria histórica de la empresa y que tiene su origen en la misma, en su actividad y forma parte de su saber hacer.
© jvillalba
De las antiguas intranets de hace 10 años, hemos evolucionado a la implementación de Portales corporativos basados en tecnología Web y a los que se accede mediante un navegador convencional, donde, incluso, pueden compartirse los resultados del procesamiento colectivo, permitiendo que la información fluya en tiempo real para su uso y reutilización, bajo un constante principio de actualización e interactividad por parte del usuario. Cuando tuve la suerte de estudiar, ninguno de estos sistemas estaba a mi disposición; hoy, en cambio, existen plataformas e-Learning.
En estos espacios es posible organizar la información y presentarla de manera amable, permitiendo la búsqueda y recuperación de datos, su filtrado y, en muchos casos, la personalización del propio interfaz mediante sencillas opciones de configuración o preferencias.
Hoy en día el poder en la organización no descansa en acaparar la información, sino en compartirla; el reto es poder difundirla rápidamente, con la máxima antelación, en tiempo real.
Las TIC han avanzado tanto que hace años es posible hablar (voz IP) mediante una conexión a Internet, verse cara a cara, mantener reuniones, fijar citas y establecer múltiples formas de contacto y comunicación para compartir información y generar conocimiento.
Ya recibimos noticias que nos interesan nada más acceder a La Red, tenemos sistemas de mensajería instantánea y diferida, podemos charlar punto a punto o en grupos y un amplio etcétera de posibilidades, así como estar a un clic de una ingente cantidad de información.
Por lo que a mí respecta, la función de vigilancia competitiva podrá desarrollarse íntegramente desde la propia estación de trabajo, si bien el principal problema a resolver consistirá en poder evolucionar del proceso de selección de fuentes a la acreditación de la fiabilidad y certificación de las mismas, que serán quienes se encarguen de cribar el quantum de información relevante a servir a usuarios críticos.
© jvillalba
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