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Paisajes, pueblos y ciudades hablan. Se expresan tatuando de mensajes rincones y fachadas, plazas y callejas, avenidas, alamedas y jardines, jalonando de murmullos el territorio, haciéndoles cobrar una identidad precisa, única, local; unas veces diferente. Otras, similar, recordatoria. Aun, ahora, en las ciudades, indiferenciada.
Muchos de estos mensajes nacen de la espontaneidad de los habitantes; otros, consustanciales al territorio, tienen su origen en la historia y en la actualidad, superponiéndose o conviviendo, convirtiendo el espacio en un ejercicio de expresión arquitectónica y vital, produciendo lo que podríamos llamar la geocomunicación ciudadana, urbana o rural, acto por el que se recrean otras formas de expresión colectiva donde la individualidad tiene también su lugar. Es el lenguaje del territorio.
Extremadura está hablándonos. Se ha propuesto cinco ambiciosos objetivos, todos ellos íntimamente enraizados en su acervo cultural, haciéndolos converger en Cáceres con el propósito de erigirla en la Capital Europea de la Cultura en 2016, y lo está haciendo con el apoyo de los extremeños y de todos aquellos que quieran sumarse a su candidatura.
Esta interesante iniciativa tiene una Web oficial [caceres2016] que respira frescura, tiene un enfoque colectivo, cuenta con una visión europea, tiene vocación convergente, está en el mundo y muestra un talante de enriquecimiento sobre la base de la diversidad, ante la que ofrece su singularidad.
Se trata de “un proyecto perdurable en el tiempo que implica un desarrollo urbano impulsado a través de la cultura”, un valor que necesitamos recuperar en España, que necesita dejar emerger ciudades creativas para que podamos hacernos ciudadanos abiertos.
© jvillalba
Ciudades abiertas para atraer el talento.
Fuente: Richard Florida
Síntesis ©jvillalba
El reto actual para países, y cada vez más para ciudades y para empresas, descansa en la atracción, retención y desarrollo del talento como fuente de competitividad y generación de riqueza. Para ello, empresas, ciudades y países deberán cumplir en su oferta con las tres ‘tes’: Tecnología + Talento + Tolerancia; sin cualquiera de estas condiciones la clase creativa emigrará a entornos en los que el trabajo les resulte un reto atractivo, el ambiente ofrezca la calidad de vida demandada y los valores sociales estén abiertos a la diversidad.
Según Richard Florida1 (en la imagen) en 1980 la economía industrial dio paso a la economía creativa, lo que ha propiciado la aparición de una nueva clase que él denomina “creative class2”
Dicha clase creativa se caracteriza por tres factores fundamentales, que determinan la predilección de unos empleos frente a otros, la elección del lugar de residencia y un ambiente social propicio. En palabras3 de Richard Florida:
En primer lugar “un trabajo que las atraiga y que les suponga un desafío, que les deje responsabilidad para hacer su trabajo y que esté libre de las restricciones de la burocracia que todo lo quiere controlar, así como un mercado de trabajo con grandes posibilidades.”
En segundo lugar “buscan un lugar para vivir que también sea un reto. En estos momentos estoy trabajando con la Gallup Organization, realizando estudios en cientos de países del mundo, y estamos descubriendo que, cada vez más, la gente quiere vivir en un lugar con belleza natural. También quiere una baja tasa de criminalidad y buenos colegios, qué duda cabe, pero sobre todo quiere vivir en un sitio bonito, con parques estupendos y con una buena conservación de los edificios históricos”
En tercer lugar “estas personas buscan un sitio en el que puedan ser ellas mismas.”
La naturaleza de la economía industrial cambió radicalmente con el advenimiento de la clase creativa; si hasta entonces (finales de los años cincuenta y sesenta) estuvo centrada en la manufactura, con la revolución de la alta tecnología y la aparición de Silicon Valley, este cambio se agudizó haciendo patente que la generación de riqueza empezó cada vez con más intensidad a proceder de la mente de las personas y de su capacidad creativa4. El auge de la economía creativa se debe a que crea valor y riqueza, genera puestos de trabajo y crea nuevos sectores aprovechando las capacidades creativas de las personas. Hoy, el crecimiento económico está ligado al valor ofrece la clase creativa5.
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- Catedrático de Política Pública de la George Mason University, científico de la Gallup Organization y miembro de la Brookings Institution, ha impartido cursos en la Carnegie Mellon University y ha sido profesor visitante en el MIT y en la Kennedy School of Government de Harvard. Autor de El Surgimiento de la clase creativa (Basic Books, 2002) y El vuelo de la clase creativa
(HarperCollins, 2005). Más información en: CreativeClass - The rise of de creative class.
- Rotman Magazine. Interview with a Creativity Guru (Spring 2006)
- “Sólo en Estados Unidos, unos 40 millones de personas trabajan en la economía creativa, lo cual mueve 2.000 millones de dólares –casi la mitad de todos los salarios que se pagan en el país–. Los 3,8 millones de trabajadores creativos que hay en Canadá hacen que este país tenga un porcentaje de personas que trabajan en la economía creativa aún mayor (25%) que el de Estados Unidos.”
- “Según nuestros cálculos, basados en las últimas previsiones de la Bureau of Labor Statistics (Oficina de Estadísticas Laborales), en los próximos diez años, la economía estadounidense creará 10 millones de nuevos puestos de trabajo en el sector creativo. De ellos, 950.000 estarán en el sector informático y 195.000 en ingeniería. Sin embargo, el mayor avance, con mucho, se producirá en el sector de la sanidad y la educación, con más de 3,5 millones de puestos de trabajo. El sector del entretenimiento, que incluye desde la música hip-hop hasta los videojuegos, producirá 400.000 empleos, el doble que el sector de la ingeniería. No obstante, en general, la competitividad económica en la Era de la Creatividad se basa en el desarrollo al máximo del potencial creativo de todos los trabajadores, desde el oficinista de almacén y el jardinero hasta el informático o el arquitecto.”
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¿La asunción de la diversidad? ¿El reconocimiento del otro como sujeto-sujeto, centrípeto, independiente, reconocible por sus peculiaridades? ¿El creciente desinterés actual por los demás; tan tolerante que ni te importan? ¿La sociedad solipsista, individualista, del modelo americano? ¿Es verdad que estamos solos frente al resto del mundo? ¿Hablamos de mayor tolerancia en EEUU que en Europa cuando la primera nación da continuamente pruebas de la máxima intransigencia social e internacional; exponente de las mayores desigualdades?
Las 3 ‘tes’ se asemejan, en este entorno, más a una prédica que a una realidad. ¡Ejercítalas! Más un ejercicio de optimismo sobre el papel que una práctica posible. ¿Cómo hacerlo realidad?
Me parece muy sugerente evolucionar del concepto de riqueza tradicional a poner el acento en las ideas, en la innovación, como generadores de riqueza, pero es verdad que éstas están en las personas y las personas somos actitudes. Me parece muy sugestivo interrogarse por la localización de las personas, que somos las que tenemos las ideas y, en efecto, ese panorama sólo es posible con un cambio social, que sólo pueden propiciar, nuevamente, las personas (con ideas).
¿En qué lugar se encuentra ese mundo en el que las personas podemos dar lo mejor de nosotros mismos? Sería fácil, pero es poco menos que imposible.
Es verdad que 1+1=3 se cumple, pero cuando los sumandos se elevan a centenares, a miles o a millones, se convierte en una inecuación; sin embargo la diversidad no sólo aporta la estética colorista del arco iris, también permite adoptar la duda como fuente de conocimiento y asumir la relatividad de la realidad social, incluso. Esto es peligroso, no lo olvidemos, pues se corre el riesgo de transmutar lo inmutable en mudable; como de hecho sucede. ¿Qué sucedió con Galileo, Darwin o Freud?
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Según lo veo, tolerancia implica reciprocidad, es admitir puntos de vista diferentes, posicionamientos contrarios al propio, respetar la diversidad de opiniones, prácticas y costumbres sin que por ello se quiebre la armonía de las relaciones ni se rompa la comunicación. Tolerancia es también saber estar de acuerdo en el desacuerdo.
La tolerancia es un estilo cognitivo individual, pero a su vez es una manifestación social que también se concreta en pautas sociales, normas y leyes, que pretenden mantener el equilibrio de la polis entre distintos agentes sociales con intereses diferentes.
Ser tolerantes implica fijar un marco de relaciones y respetar las normas del juego, sin excepciones, sin favoritismos, sin conveniencias; lo que también significa saber ejercitar la renuncia como derecho y poner freno a las 3 “es” (egoísmo, egolatría, egocentrismo) a favor de las 3 “ges”: grupo, generosidad y ganancia.
Grupo: la tolerancia beneficia al conjunto. Generosidad: implica reconocer el bien común como un valor. Ganancia: la tolerancia permite anteponer el beneficio común a la ganancia individual.
Finalmente, la tolerancia exige respetar primero las reglas del juego, ya se sea nativo o foráneo, para ganarse el respeto y el derecho, como también requiere buenas dosis de relativismo y curiosidad; lo que no se consigue si no se tiene seguridad en el propio posicionamiento, más allá de las opiniones mayoritarias y de la cultura dominante.
La insumisión surge como consecuencia de la falta de tolerancia cuando necesidades de expresión, o de elección razonables, o posibles, no se admiten en el contexto social.
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“Tolerancia hace referencia a la posibilidad de que una persona pueda ser ella misma y desarrollarse sin más limitación que su propio talento”. ¿Así, sin más limitación ni ayuda, como el niño salvaje? Veo difícil que las naciones, que los pueblos, admitan de verdad y sin cortapisas esa posibilidad como fuente generadora de riqueza. Lo que sí que es verdad es que hay sociedades más aperturistas, más transigentes, quizá EEUU, resulte más permeable que el Viejo Continente. Por lo que respecta a España (desarrollada, pero no avanzada) no creo que contemos con las mejores condiciones como para reconocer la importancia y establecer las condiciones para cultivar la Creative Class en nuestro tejido social.
Me parece prioritario partir de la persona, más que de la suma o ayuntamiento de individuos transformados en colectividad. Si no hay propósito compartido, si no se consensúan y respetan las reglas del juego, si el ‘juego’ no se apaña a conveniencia, sino perseguimos lo mismo, ¿de qué actitud colectiva podemos hablar? Además en España, país amigable, somos –a las pruebas me remito- unos auténticos individualistas; salvo honrosas excepciones. Reconocerlo sería, cuando menos, dar el primer paso.
Estoy de acuerdo con quienes ponen el foco en la educación. Ésta es la base: los niños, los jóvenes, las generaciones venideras, pues educación y familia son los caldos de cultivo en los que se gestan visiones. La visión; mi visión del mundo; nuestra visión, que es como conformo mi estilo de vida. Así se gestan las actitudes.
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© jvillalba
El Feng shui, si bien se aplica más para la distribución de los objetos en el espacio (resulta curiosa esa herramienta: ‘Bagua’) buscando recrear un ambiente de armonía (etcétera), creo que también representa un diálogo simbólico con la naturaleza y el entorno; lo que se relaciona bastante con el estudio de Jordi de San Eugenio Vela, quien aporta numerosas referencias interesantes.
Pero sin retrotraerme tanto en el tiempo, lo he relacionado inmediatamente con temas de absoluta actualidad, que simplemente menciono:
Ciudades abiertas para atraer el talento. A quien le interese el asunto le recomiendo profundizar en las aportaciones de Richard Florida: The rise of de creative class, que también tiene mucho que ver con la comunicación. Rotman Magazine. Interview with a Creativity Guru (Spring 2006)
El reto actual para países, y cada vez más para ciudades y para empresas, descansa en la atracción, retención y desarrollo del talento como fuente de competitividad y generación de riqueza. Para ello, empresas, ciudades y países deberán cumplir en su oferta con las tres ‘Tes’: Tecnología + Talento + Tolerancia; sin cualquiera de estas condiciones la clase creativa emigrará a entornos en los que el trabajo les resulte un reto atractivo, el ambiente ofrezca la calidad de vida demandada y los valores sociales estén abiertos a la diversidad.
Otros datos: Proyecto marca España. España, cuestión de marca. Madrid excelente. Barcelona innova.
© jvillalba
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http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2225681
http://www.washingtonmonthly.com/features/2001/0205.florida.html
http://www.rotman.utoronto.ca/userfiles/prosperity/File/InterviewWithACreativityGuru-RFlorida.pdf
http://www.dircom.org/docs/Informeproyectomarcaesp.pdf
http://www.microsoft.com/spain/empresas/marketing/espana_marca.mspx
http://www.madridexcelente.com/
http://w3.bcn.es/V42/Home/V42HomeLinkPl/0,3555,83057194_83070514_1,00.html
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