Internet sigue ganando posiciones.

El jueves pasado se hizo pública la primera oleada 2010 de la EGM (AIMC), que confirma el ascenso continuado de la penetración de Internet entre la población (35%), cuya audiencia es ligeramente superior en el caso de los hombres (55,6%, frente al 44,4% de mujeres), concentrándose la mayor afluencia por edad (50,5%) entre los 25 y los 44 años y abarcando prácticamente a todos los estratos sociales; tan sólo la denominada clase baja es la menos conectada (2,2%).

Desde la perspectiva de la comunicación, Internet* ya no puede considerarse un canal, sino una plataforma sobre la que poner en servicio diferentes canales de comunicación. Comprenderlo es el primer paso para evolucionar de la mera participación en la conversación general a proponerse gestionarla.

Los ciudadanos ya no nos conformamos con consumir información, pretendemos hacer valer nuestra opinión, queremos participar y demandamos obtener respuestas concretas. Las nuevas prácticas sociales están consiguiendo desplazar a la audiencia de Internet de las webs corporativas, y de otra suerte de sitios estáticos, a blogs y redes sociales, espacios donde la participación para la construcción social resulta posible.

Muy pronto las métricas tradicionales dejarán de sernos útiles y tendremos que construir nuestro sistema de medición social.

© jvillalba

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